Qué hacer con la gente que no tiene remedio.

Una lectora de este blog me sugirió un tema que en seguida despertó mi interés:
¿Que hacer con la gente que no tienen remedio? ¿amargarse? ¿Volverse como ellas? ¿Hacer de cuenta que no nos afecta?.

Me entusiasma el tema porque esta pregunta siempre acompaña experiencias muy desagradables, de frustración, de enojo, nos sentimos traicionados, agredidos y hasta insultados. Situaciones que nos debilitan y opacan nuestra vida.
Aquí vamos a ver el origen de tales situaciones y los pasos para superarlas, para saber qué hacer, con esa gente que nos roba la energía y la alegría, muy bien definida como gente tóxica.

En los casi cuarenta años que llevo enseñando yoga y meditación, me he encontrado muchas veces con gente bloqueada emocional y energéticamente en situaciones de ese tipo: alguien cercano, por vínculo familiar o laboral, que es fuente permanente de frustración y agravio.
Notablemente lo he visto lo mismo en mi actividad profesional en las empresas: las organizaciones sufren situaciones semejantes, dificultades permanentes, problemas que se repiten, que generan pérdidas económicas, de funcionalidad, de calidad. Todos en la organización se quejan, sufren de diferentes maneras, pero no encuentran cómo salir de la repetición.
Los conflictos se resuelven cuando entendemos su raíz

Afortunadamente a personas y organizaciones he podido mostrarles la solución, que siempre da resultado. Una solución que en el terreno individual durante milenios han venido perfeccionando maestros espirituales, y que ahora entendemos mejor por los descubrimientos de las neurociencias.
En el mundo de las empresas se utiliza otro lenguaje, pero la solución es la misma.
Aquí voy a compartirte esas técnicas, para que si estás en tal situación, ya mismo comiences a aliviarte de la gente que no tiene remedio. Y si afortunadamente no estás pasando por una disyuntiva así, tengas los elementos para no caer el ella, o ayudar a alguien cercano a salir de ella.

Posiblemente estés pensando "sí, ya sé lo que vas a decir: No hay que engancharse con esa gente. La teoría es buena... pero en la práctica esa persona siempre encuentra la forma de salirse con la suya y hacerme sentir horrible". Es lo que habitualmente sucede, pero aquí vamos a ver cómo el yoga desarrolla en nosotros la capacidad de actuar con seguridad y eficacia ante la gente que no tiene remedio.

Comencemos con esa situación que nos subleva, nos desgasta y empobrece la vida ¿Qué hacer con la gente que no tiene remedio?
Es importante darnos cuenta que, aunque lo formulemos como pregunta, el estado interior que lo acompaña no es de duda, no está encaminado a buscar soluciones. El estado interior es siempre esa sensación de bloqueo, de profunda frustración.
No es una pregunta, es una declaración de impotencia, es un acto que manifiesta la impotencia que se está sintiendo. Otras veces es una manifestación catártica, una forma de liberar temporariamente una presión psicológica ya insoportable.

Remedio en seis pasos.

En yoga construimos siempre a partir de lo que encontramos, de lo disponible en el momento. Es la única forma, por otro lado, de resolver cualquier problema: establecer con claridad la situación.

Entonces aquí va el PRIMER acto que comienza a liberarnos: Tomar clara consciencia de que estamos bloqueados interiormente, atascados exteriormente, y sufriendo.
Igual que cuando practicamos asanas nos encontramos frecuentemente en situación de no poder realizar alguna postura como se sugiere, o de no poder pasar de una a otra con la fluidez que queremos; o de ser incapaces de aquietar emociones y mentes y centrarnos en la práctica.
El practicante novato se frustra y se rebela, pero el yoga le da la oportunidad de comprobar, que no es ni la asana, ni el clima, ni los ruidos, ni el mundo acelerado. Son nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestra mente. Y le da la oportunidad de trabajar sobre eso.
La sesión de yoga es el laboratorio donde vamos experimentando con nosotros y el mundo en un entorno seguro y controlado. Entonces "Qué hacer con la gente insufrible" (otra expresión que describe la experiencia) es lo mismo que "qué hacer con la asana que no sale".
Entonces sabemos de que la solución no pasa por lo externo sino por lo interno; no tiene que ver con el otro sino con nosotros mismos.

Y aquí estamos en el SEGUNDO acto liberador: Decidir abandonar el sufrimiento y la queja, y volverse constructor, dueño, del ropio mundo interior y destino. Requiere claridad y coraje, que se cultivan con el yoga, pero es una bifurcación en el camino que transforma todo.
Bien, sabemos que la solución en la relación con la gente que no tiene remedio está en nosotros, y hemos decidido resolver eso, ahora ¿Cómo? Tomando el sufrimiento que la gente que no tiene remedio nos produce, como indicador de una deficiencia o un problema. El sufrimiento una gran oportunidad de crecimiento cuando lo resolvemos.
Sufrimos a partir de dos condiciones: por una vulnerabilidad personal que está siendo afectada, y porque resistirmos a lo que está ante nosotros.

El TERCER acto liberador es identificar qué vulnerabilidad en nosotros está siendo afectada, en qué herida está metiendo esa gente toxica su dedo. Ver esto transforma todo, ya no estamos atascados, ahora el panorama es claro y sabemos dónde está el verdadero problema.Los pasos siguiente s al respecto dependerán de lo que se trate, así que escapan a lo que podemos abarcar aquí.

La CUARTA acción es listar, por escrito mejor, los recursos que ya tenemos, las capacides, cualidades, relaciones, a las que ya mismo podemos recurrir para proteger esa vulnerabilidad. Y asegurarnos de activar esos recursos, y apoyarnos en ellos.
El QUINTO acto es incrementar esos recursos, al tiempo que se desarrollan y aplican acciones que remedian, que sanan esa vulnerabilidad.

Te dije que sufrimos a partir de dos condiciones: las vulnerabilidades afectadas, y por resistimos a lo que sucede.
El SEXTO paso que nos libera de la gente que no tiene remedio es dejar de resistirnos, aceptar que lo que es, es. Que esa personas, esa relación es así.Porque una gran cuota de sufrimiento surge de la tensión entre lo que quisiéramos que fuera, lo que creemos que debiera ser, nuestro ideal, y las cosas como son. Aceptar, en este caso, no equivale a validar, si no a desacoplar lo que sucede de toda expectativa. Entonces desaparece todo esa fricción entre un mundo que esperamos y el que está allí, y podemos poner toda nuestra energía en este último.
Podríamos tomarlo como una fórmula matemática: el sufrimiento es igual a lo que sucede multiplicado por la resistencia que le oponemos.

Recapitulando entonces, cuando nos preguntamos qué hacer anter la gente que no tiene remedio, en esas relaciones tóxicas, hay seis PASOS bien concretos:
      • Darnos cuenta que lo que nos hace sufrir es que estamos bloqueados interiormente, y atascados exteriormente.
      • Abandonar con decisión el camino de la queja, y adueñarnos del mundo interior.
      • Identificar la vulnerabilidad que está siendo afectada.
      • Proteger esa vulnerabilidad. con los recursos que ya tenemos.
      • Incrementar esos recursos, y ampliar acciones que sanen esa vulnerabilidad.
      • Dejar de resistirnos a lo que es.
Yoga y meditación son los espacios donde experimentamos con todo esto de manera acotada y segura. Yoga y meditación desarrollan los estados interiores donde hacer pié, despertar la motivación, la confianza, y la capacidad de perseverar, hasta remediar nuestra relación con la gente que no tiene remedio.







Imagen: Clam, by Kimberley Hill, CC-BY-2.0
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